No hace mucho el edificio se unió interiormente al aledaño, conservando eso si, la apariencia exterior, pero he aquí que el propietario del bajo, con o sin permiso, calculó que el hueco de acceso que la singularizaba respecto a sus vecinas de la plaza de Lope de Vega, daba el tamaño justo para colocar una máquina expendedora, lástima, pues aún indicando la anchura de la fachada, 105 cm., ha desvirtuado sin duda el edificio más fotografiado por los turistas que vienen a nuestra ciudad.
A falta de puerta de acceso en la casa de Lope de Vega y a sobras de artilugio expendedor propongo, hasta la total aclaración del hecho, esta puerta situada en lugar próximo y que creo que es sin duda la más estrecha de la ciudad, está en la calle de los Derechos, así la fachada sería la de Lope de Vega pero el acceso, por pleno derecho sería la propuesta.
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