El Huerto de Hera o Jardín de las Hespérides, situado al oeste en la línea del atardecer, era un campo que la diosa había recibido de Gea como regalo por su boda con Zeus; sus árboles daban como fruto unas manzanas doradas que hacía inmortal a aquellos que las comían. Eran las Ninfas del Atardecer Egle (la Brillante), Eritía (la Roja) y Hesperia (la del Ocaso), hijas de los titanes Atlas y Hesperis, las encargadas de custodiar y guardar tan preciado jardín. Sin embargo, Hera no confiaba mucho en ellas e hizo que el dragón Ladón custodiase la entrada al jardín.
Heracles, mandado por Euristeo, rey de Argólida, vio la dificultad de robar las manzanas cumpliendo su undécimo trabajo, ya que las Hespérides estaban vigilantes y no le permitían la entrada de ninguna manera. Intentó colarse por otra puerta, pues tenía cuatro, con tal mala suerte que resultó ser la que custodiaba Ladón. Tras una feroz lucha, mató al dragón, pero las Hespérides le impidieron entrar viéndose obligado a abandonar el intento.
Tratando de encontrar la forma de entrar, Heracles se encontró con el titán Atlas, cargando el cielo sobre sus hombros, sabiendo que las Hespérides eran sus hijas, le dijo que necesitaba llevarle a su primo Euristeo al menos una manzana de aquellos árboles. Atlas, que conocía quién era Heracles y sus trabajos, se ofreció a ayudarle con la condición de que sujetase los cielos mientras cogía los frutos. Heracles haciendo uso de su fuerza, sujetó los cielos, hasta que el titán regresó con cuatro manzanas doradas en sus manos. Heracles, alegre le dio las gracias y le devolvía el cielo, pero Atlas cansado de soportar el peso del mundo sobre sus hombros, se negó a volver a cogerlo. Fingiendo darse por vencido, le dijo a Atlas dónde encontraría a su primo Euristeo para que le llevara las manzanas. Sin embargo, Heracles comenzó a moverse incomodo y el titán le preguntó qué le pasaba contestándole que le permitiese colocar su capa a forma de cojín sobre sus hombros, Atlas se aprestó a dejar las manzanas en el suelo y sujetar el cielo mientras tanto. El héroe, se arregló la piel de león antes de darle las gracias al titán, por último se agachó por las manzanas y salió corriendo, mientras Atlas le pedía a gritos que volviera.
El dragón Ladón fue llevado al firmamento convirtiéndose en la constelación de la serpiente, de su sangre derramada salió el árbol drago.
Las Hespérides, desesperadas por su fracaso se transformaron en árboles, olmo, álamo y sauce.
La diosa Atenea devolvió las manzanas a su legítima dueña.
Por supuesto, de este mito existen diversas versiones.
Un jardín de colección
El jardín con 4.762 metros cuadrados se encuentra en la parte oeste de la ciudad.
Fue proyectado por los arquitectos Miguel del Rey Ainat, Antonio Gallud, J.Ignacio Fuster y la ingeniera agrícola Mª Teresa Santamaría.
Obtuvo el Premio a la mejor obra de Jardinería y Paisajismo (2001)
Contiene una colección de 50 variedades de cítricos.
Fue inaugurado en el año 2000.
Folleto editado por el Ayuntamiento de Valencia con motivo de la inauguración
Las esculturas
Tres son las esculturas en bronce y de tamaño natural que encierra el jardín, obra del escultor húngaro Miklos A.Pálfy, afincado en España desde 1965.
Representan a Heracles (Hércules) en lucha con el dragón Ladón, sosteniendo en su mano una manzana de oro; Metamorfosis de una Hespéride en árbol; Venus Afrodita, Venus en la mitología romana y Afrodita en la griega, como madre naturaleza se la relaciona con la vegetación y los jardines, su atributo, la manzana de la discordia; aquí se la representa entrando al baño que solía tomar con las Gracias.
El jardín
Hago un recorrido fotográfico dejando la descripción al propio Ayuntamiento para que a través de su web nos muestre tan interesante jardín.
"... A TRAVÉS DE LAS OLAS DEL MAR PROFUNDO
LLEGARON A LA HERMOSA ISLA DE LOS DIOSES
ALLÍ DONDE LAS HESPÉRIDES TIENEN SU CASA DE ORO..."
"... LAS MANZANAS DE ORO LAS GUARDABA UN DRAGÓN INMORTAL
QUE TENÍA CIEN CABEZAS Y EMITÍA MUCHAS Y DIVERSAS VOCES
CON EL VIGILABAN TAMBIÉN LAS HESPÉRIDES..."
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